martes, 10 de febrero de 2009

¿Amas a Dios?

El predicador pregunta con una gran sonrisa en el rostro "¿Amas a Dios?" Y no se hacen esperar los que responden en voz alta un "Amén" entusiasmado. Y esta historia se repite de vez en vez por todo el mundo.

Yo creo que los cristianos se precipitan al responder acerca de las cuestiones de la fe, sobre todo cuando se nos enfrenta a preguntas tan importantes como esta:

¿En realidad amas a Dios?

El que ha nacido de nuevo, aquél que ha sido adoptado por Dios mismo, el que ha sido transformado desde el corazón, aquél que ahora posee una nueva naturaleza… tiene la necesidad (no solo el deseo) de amar a Dios.

Y en su búsqueda de ese Dios que espera ser amado, el cristiano se enfrenta ante el bombardeo de otros cristianos y otros tantos “pseudocristianos” que enseñan que el amor a Dios es: Una experiencia de los sentidos elevados hasta los lugares celestiales, un tiempo de adoración musical (o de cualquier otra forma) que lleva al que participa de ella a un “éxtasis religioso”, y no sé cuantas formas más de “experimentar” a Dios. Hace un tiempo me dijo una persona “yo asisto a tal congregación porque allá sí se siente el poder de Dios”.

...Pero el amor a Dios no es un sentimiento, no es una experiencia, y tampoco se define en tus propias palabras o las mías. El amor a Dios es definido por Dios mismo:


“Si me amáis, guardad mis mandamientos.” Juan 14:15


Es el deleite en la Palabra del Señor y la obediencia sumisa a ella. Es una actitud humilde ante Dios junto con la inseparable disposición para seguirle en el sinuoso camino de la cruz. No es lo que sentiste durante la predicación, no es el entusiasmo que tenías al decir “amén”. Es la sumisión total a su autoridad, y el gozo que proviene de ello. Es el conocimiento profundo del Dios de las Escrituras y las ganas de estar siempre a su lado, sea en la sombra, sea en la luz.

Muchos cristianos hablan de amar a Dios pero no odian al pecado, hablan bien del Señor pero se expresan mal y tratan sin misericordia a otros (aunque sean otros cristianos), adulan al Altísimo pero guardan rencor por lo que les hicieron (o dejaron de hacer) otros.

No tengo tiempo para seguir escribiendo (es por eso que casi nunca escribo) pero ¿Por qué no reflexionas seriamente?

¿Amas a Dios?_

2 comentarios:

  1. ola...
    lindo comentario... sobre el amor de Dios...

    creo que nada se compara con el amor de Dios ...
    su amor es infinito...
    solo nos queda corresponder a su amor con la obediencia ...y la adoracion....
    me gusto mucho lo que escribiste..
    muchas bendiciones..
    y gracias por pasar por mi humilde blog...
    siempre habra un lugar reservado para ti...
    bendiciones por monton
    kissssssss

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  2. Me gusta lo que escribes...en verdad tenemos un Dios de amor grande y misericordia...gloria a su nombre y bendiciones a todos los que le bendigan y sigan sus pasos...amen.

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