miércoles, 14 de enero de 2009

Al Cristo resucitado

No me mueve, mi Dios, para quererte

el cielo que me tienes prometido,

ni me mueve el infierno tan temido

para dejar por eso de ofenderte.


Tú me mueves, Señor, muéveme el verte

clavado en una cruz y escarnecido,

muéveme ver tu cuerpo tan herido,

muévenme tus afrentas y tu muerte.


Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,

que aunque no hubiera cielo, yo te amara,

y aunque no hubiera infierno, te temiera.


No me tienes que dar porque te quiera,

pues aunque lo que espero no esperara,

lo mismo que te quiero te quisiera.

- Anónimo.

3 comentarios:

  1. es un lindo proverbio!!!
    lindo blog....!!!
    espero ke puedas expresar lo ke tienes guardado...en tu corazon .. para Dios...
    sigue asi...
    saludos desde chile..
    blessssssss

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