domingo, 10 de mayo de 2009

Salmo 116




Amo al Señor, porque oye mi voz y mis súplicas.
Porque a mí ha inclinado su oído; por tanto le invocaré mientras yo viva.
Los lazos de la muerte me rodearon, y los terrores del Seol vinieron sobre mí; angustia y
tristeza encontré.
Invoqué entonces el nombre del Señor, diciendo:  Te ruego, oh Señor: salva mi vida.
Clemente y justo es el Señor; sí, compasivo es nuestro Dios.
El Señor guarda a los sencillos; estaba yo postrado y me salvó.
Vuelve, alma mía, a tu reposo, porque el Señor te ha colmado de bienes.
Pues tú has rescatado mi alma de la muerte, mis ojos de lágrimas, mis pies de
tropezar.
Andaré delante del Señor en la tierra de los vivientes.




jueves, 7 de mayo de 2009

Ya no vivo yo, vive Cristo en mí


"Con Cristo estoy juntamente crucificado, 
y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí
y lo que ahora lo vivo en la carne, 
lo vivo en la fe del Hijo de Dios, 
el cuál me amó y se entregó a sí mismo por mí". 

Gálatas 2:20.

El sueño americano



Es solo eso, un sueño, una ilusión… una que destroza vidas.

Vivir bien, una bonita casa, un buen empleo, una preciosa familia, un buen auto.

Yo no tengo nada en contra de esas cosas, si Dios te las da gracias por sus bondades. Pero lo mayoría de la gente vive buscando todo esto, como si fueran los indicadores del éxito o como si logrando tener todo aquello uno viviera mejor que no teniéndolo.

Vivir con el propósito de tener una vida así es echar a perder tu vida. Por favor mira a tu alrededor: El que no conoce a Cristo busca esas mismas cosas.

Si alguien da su vida por vivir "bien" y logra tener todas aquellas posesiones que anhela, pero no tiene a Cristo:
No tiene NADA. No tiene A B S O L U T A M E N T E N A D A

¿Y qué del cristiano que vive para alcanzar "su sueño" y no tiene una relación profunda con Cristo?

Es un "cristiano" miserable  y tiene una vida miserable - si se le puede llamar vida - .

El no-creyente que no ha crucificado su vida con Cristo sigue vivo para su propio "yo" pero muerto espiritualmente. Un infinito le separa de Dios. Sigue aparentando vivir pero está muerto por su falta de fe en Cristo.

¡¿Y los cristianos desean esa vida?! ¿Muchos cristianos van tras ese iluso sueño? Tristemente, muy lamentablemente y ¡Absurdamente! ¡Sí!

Muchos de los cristianos con los que he platicado se aferran a decir que Dios busca el beneficio de sus hijos - concuerdo hasta aquí - y que dicho beneficio se traduce - según me dicen- en una buena economía, salud, comodidad, éxito, después de todo "somos hijos del Rey" - alegan -, y yo estoy de acuerdo, somos hijos del Dios altísimo pero la vida del Cristiano quedó clavada junto con Cristo en un madero, no niego que se deba disfrutar pero el ejemplo de Cristo, el Hijo de Dios, me obliga a decir que el cristiano debe anhelar padecer junto con él, debe anhelar ser semejante él en su muerte:

"a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte" Filipenses 3:10

Cuando el apóstol Pablo dijo:

"Con Cristo estoy crucificado y ya no vivo yo..."

Su vida anterior enfocada en su propio yo, en la salud, en lo material, en sus logros, estaba crucificada, el se consideraba muerto a su viejo "yo"

¿Salud?

Dios le dijo : "Bástate mi gracia". Jamás le dijo: "Sí Pablo, lo que tu necesitas es estar sano"
¡Por supuesto que no! Tres veces le negó la salud y así se quedó, satisfecho en Cristo.

¿Dinero?

Pablo dijo: Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Filipenses 4:12

¿Comodidad?
Y se agolpó el pueblo contra ellos [Pablo y Silas]; y los magistrados, rasgándoles las ropas, ordenaron azotarles con varas. Después de haberles azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad. Hechos 16:22-23

¿Logros personales? ¿éxito?
Cuando habló de su educación y logros personales dijo: Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Filipenses 3:7

Así que ¿Dónde está ese absurdo sueño americano enseñado en la Biblia?

¿A cuál de los apóstoles les fue ordenado vivir cómodamente? Sí, sí… yo sé que hay ejemplos de creyentes en la Biblia que la pasaron bien en muchas formas. Pero cuando los cristianos me dicen eso noto que la mayoría de las veces lo hacen porque aunque saben que hay que sufrir preferirían encajar en el grupo de los que no padecen mucho ¿O no?

Pero la relación con Cristo se hace más profunda en medio del dolor, de la pérdida, cuando uno más se aferra a Dios… nos hace falta pensar menos en nuestro dinero, nuestra educación, nuestros bienes.

Jesucristo quiere que  participes de su muerte.

Que digas con convicción que tu vida se quedó crucificada junto con tu maestro. Que tomes tu cruz con decisión y le sigas. Y que digas junto con el apóstol Páblo:

"...ya no vivo yo, más vive Cristo en mí"



El Señor te llama a que vayas a donde nadie ha ido, que le hables al que no ha escuchado, que dejes de pensar en aquello que es intrascendente para empezar a pensar en lo eterno. En el destino de tus amigos, de tu familia, de tus conocidos, de tus compañeros, de los mismos que se dicen cristianos y están engañados. ¡Que todos vean al Cristo resucitado vivir en ti, que vean su poderosa obra y su misericordiosa salvación! Para que lo admiren, para que lo anhelen.

Cristiano, deja atrás esa falsa ilusión que algunos llaman "sueño americano". Y enseña con tus decisiones quién es la única y más valiosa posesión: Jesús.

Que viva Cristo en ti.




miércoles, 6 de mayo de 2009

El que gana su vida la pierde

Escapar a la muerte es el camino más fácil a una vida desperdiciada.
                                                                                                         
                                                                                                            - John Piper

No es un final infeliz

La cruz no es el final terrible de una vida feliz y temerosa de Dios, sino el comienzo de nuestra comunión con Cristo. Cuando Cristo llama, pide que nos acerquemos a él y muramos. 
                                                                                                          
                                                                                                           - Dietrich Bonhoeffer

martes, 5 de mayo de 2009

Crucificado

Será la cruz en donde me encuentre contigo mi Señor, 
     
    donde termina mi vida y comienza mi muerte,  mi muerte en vida. 
  
                                  Y que viva Cristo en mí.

Que sea ese cruel instrumento mi única gloria, y la gloria de Dios para siempre.

     "El que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo."
            
                                                                                                                        Lucas 14:27

martes, 28 de abril de 2009

Mi satisfacción


En tu presencia hay plenitud de gozo

 delicias a tu diestra para siempre.

Salmos 16:11

Pensé que dejaba algo valioso

Dejaba ese pecado...

Me parecía despojarme de algo valioso, y me aferraba a no dejarlo. Era tan atractivo, era tan complaciente, era tan emocionante. Pensé que no podía ser cierto que estuviera tan mal. Sí, a la luz de la Biblia está mal pero "amí me gusta tanto", pensé.

Porsupuesto que nada de esto lo decía, parecía que quería estar con Dios y disfrutar de aquello al mismo tiempo.

Pero no fue sino hasta que vi la gloria de Jesús. La soberanía del Señor que Isaías observó en el templo, la eternidad, la autoexistencia y su autosuficiencia reveladas en su nombre: el Yo Soy. No fue sino hasta que miré su autoridad y omnipotencia calmando tempestades, alimentando a miles. Fue cuando lo vi resucitar, cuando se fue y prometió estar conmigo. Cuando lo vi en su trono junto al Padre y cuando lo veo regresando, reinando sobre el mundo con su imponente presencia y su gobierno.

                       Entonces entendí lo que es valioso: Jesús el más precioso tesoro.

Después de esto ¿Quería estar con él? ¡Vaya que sí! Anhelo estar con él. Nadie que lo vea en realidad tal cual es él deseará estar en otro lado. Es irresistible, es él quien satisface todo deseo del corazón.

Y evidentemente aquél pecado que me parecía satisfactorio perdió todo su valor. No solo eso, sino que pasó de ser valioso para mí hasta convertirse en algo repugnante. Sí, me dolió dejarlo, pero tengo a Jesús y él llena todas mis expectativas, es más, las rebasa por mucho, mucho más de lo que puedo explicar con palabras.

Al final no dejé algo valioso... gané una relación más íntima y de incalculable valor con mi precioso Salvador.

martes, 7 de abril de 2009

Mi refugio


 ¡Bendito sea Jehová, 
 Que oyó la voz de mis ruegos!

 Jehová es mi fortaleza y mi escudo
 En él confió mi corazón,  y fui ayudado, 
 Por lo que se gozó mi corazón, 
Y con mi cántico le alabaré.


Salmos 28:6,7

lunes, 23 de marzo de 2009

La persona perfecta, el lugar perfecto.

Toda una vida tratando de encontrar una persona perfecta, toda una vida buscando llegar al lugar perfecto. 

              Jesús es esa persona. El cielo es ese lugar.

Señor, no deseo a nadie fuera de ti, no quiero estar en otro lugar que no sea contigo. Jesús, tú eres el más precioso tesoro ¿Cómo he de cambiarte por nada? ¿Cómo preferir a alguien o a algo antes que a ti? Déjame conocerte, déjame encontrarte, déjame disfrutarte, déjame experimentarte... y llévate mi vida lejos de mí. Porque tú eres quien satisface todos mis anhelos, tu voz y tu llamado son irresistibles. 

Jesús, la persona perfecta para mí. Mi Maestro, mi fuerza, mi refugio, mi consejero, mi amigo, mi Salvador. El cielo ¡Ah, el cielo! El lugar perfecto donde después de tantos años de esperar por fin nos encontraremos.

martes, 10 de marzo de 2009

¿Vivo o muerto?

- ¿El cuerpo está muerto a causa del pecado?
- Sí. Pero el espíritu vive a causa de la justicia de Cristo puesta en ti.
- Pero el "cuerpo" sigue muerto
- Sí. El cuerpo, la carne, el viejo hombre...
- Muerto.
-Sí. Sin embargo el Espíritu de Dios da vida, de manera que puedes vivir como resucitado de entre los muertos.

"Pero si Cristo está en vosotros,  el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado,  mas el espíritu vive a causa de la justicia.
 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros,  el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros. Romanos 8:10,11"

...Si estás lejos de Dios estás muerto en vida. Si actúas conforme al Espíritu de Dios comienzas a vivir.

"Así que,  hermanos,  deudores somos,  no a la carne,  para que vivamos conforme a la carne; porque si vivís conforme a la carne,  moriréis;  mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne,  viviréis." Romanos 8:12,13

miércoles, 4 de marzo de 2009

Distancia

Señor, perdona mis pecados, mi necedad, mis faltas, mi locura. Maestro:

                   ¿Cómo he de vivir lejos de ti? 

Si tu eres mi gozo y mi recompensa.

                           Señor, escucha, atiende, perdona a este tu humillado siervo.

No es tan difícil perdonar

Cuando yo tengo resentimientos hacia otros estoy considerando que los pecados de ellos contra mí son mayores que mis pecados contra Dios. 

                  La cruz transforma mi perspectiva

La cruz me enseña que ningún pecado contra mí jamás será tan serio como los pecados sin fin que he cometido contra Dios. Cuando entendemos cuánto Dios nos ha perdonado a nosotros...

                                     ...no es tan difícil perdonar a otros.

jueves, 12 de febrero de 2009

Me encontré con un cristiano

Hay un tipo en mi trabajo que me cae bien, tiene un buen setido del humor, es agradable mientras estás con él unos minutos, es muy extrovertido (yo no soy muy introvertido tampoco) pero muchas veces hace bromas de doble sentido, hace bromas con respeccto al sexo opuesto, habla de drogas "en broma" y otras cosas más que caracterizan a alguien que conoce a Cristo.  Tiene muy poco que lo conozco y casi no he podido platicar con él porque estamos en diferentes áreas. Hoy al irme me despedí de lejos y me preguntó: ¿eres cristiano? - Sí - Le respondí - Yo también - me dijo.  Creo que no pude ocultar mi expresión de "tienes-que-estar-bromeando" aunada a un gesto de "no-sabes-lo-que-dices".

Y es que el cristiano nunca fue puesto por Dios en el mundo para ser igual a la gente que no cree en Cristo, es más, Jesús exigió simpre una diferencia radical en aquellos que pretendían seguirle.

"Entonces Jesús dijo a sus discípulos:  Si alguno quiere venir en pos de mí,  niéguese a sí mismo,  y tome su cruz,  y sígame." Mateo 16:24 

Y la autonegación incluye cada aspecto de la vida del cristiano, la cruz a su vez implica el sufrimiento que la autonegación conlleva. Y ambos son requisitos para ser un discípulo del maestro. Ambos: Niégate a ti mismo y sufre una muerte lenta y agonizante.

No parece una vida muy deseable para los no-cristianos, y tampoco para la mayoría de los que sí lo son ¿No es cierto?

Por eso encontramos en cada congregación-iglesia-templo-célula (o como sea que se le llame) montones de "cristianos" que viven cada día como bien les parece, pero eso sí, con la "seguridad" de que cuando mueran llegarán al cielo. Vidas cómodas y sin responsabilidades ante Dios, pero eso sí, suplicando sus bendiciones (sobre todo materiales).

No me malentiendas, no trato de criticar duramente a nadie pues yo mismo viví muchos años separado del Señor pretendiendo que me divertía, sin reconocer que solo sufría y echaba a la basura días que nunca podrán ser recuperados (aunque mi testimonio personal será motivo de otro post). Lo que trato de hacer es que el cristiano que lea esto recuerde que fue puesto en ese lugar en donde está para impactar a otros. Impactarlos con su vida.

Nadie puede pretender ser un verdadero cristiano y vivir a su manera. Nadie. Es una incongruencia, un absurdo. El que es discípulo de Cristo no dice como el tipo de mi trabajo "yo también soy cristiano" y vive entre la gente sin que nadie lo sepa. 

Lee bien lo que dice Jesús, tres o cuatro veces si es necesario:

"Vosotros sois la sal de la tierra;  pero si la sal se desvaneciere,  ¿con qué será salada?  No sirve más para nada,  sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.
Vosotros sois la luz del mundo;  una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder."
Mateo 5:13,14

El cristiano es la    s   a   l    que da sazón a este lugar, el cristiano es la    l    u    z     que a lumbra toda la tierra. Cristiano, eres SAL ¿Has perdido tu sabor? ¿Has dejado de ser útil? eres LUZ ¿Alumbras a los que te rodean? ¿Tus acciones (no solo tus palabras ni tu blog) permiten a otros mirar al deslumbrante Jesús? No puedes estar escondido para siempre, tienes que tomarte de la mano de Jesús y dar sabor al mundo insípido. Tienes que acercarte al Redentor y alumbrar con Su gloria a los que todavía están lejos... para ser un verdadero "cristiano".

No se repita en ti la triste historia de muchos que dicen ser cristianos. Que no sepan los demás que eres cristiano y se encuentren con alguien no muy diferente a ellos. Sé un discípulo, muere cada día, da sabor y alumbra. Para que todo aquel que te conozca no te vea a ti, vea a Jesús. Y verás la grande obra que el Maestro puede hacer a través de ti.

Para su gloria.

martes, 10 de febrero de 2009

¿Amas a Dios?

El predicador pregunta con una gran sonrisa en el rostro "¿Amas a Dios?" Y no se hacen esperar los que responden en voz alta un "Amén" entusiasmado. Y esta historia se repite de vez en vez por todo el mundo.

Yo creo que los cristianos se precipitan al responder acerca de las cuestiones de la fe, sobre todo cuando se nos enfrenta a preguntas tan importantes como esta:

¿En realidad amas a Dios?

El que ha nacido de nuevo, aquél que ha sido adoptado por Dios mismo, el que ha sido transformado desde el corazón, aquél que ahora posee una nueva naturaleza… tiene la necesidad (no solo el deseo) de amar a Dios.

Y en su búsqueda de ese Dios que espera ser amado, el cristiano se enfrenta ante el bombardeo de otros cristianos y otros tantos “pseudocristianos” que enseñan que el amor a Dios es: Una experiencia de los sentidos elevados hasta los lugares celestiales, un tiempo de adoración musical (o de cualquier otra forma) que lleva al que participa de ella a un “éxtasis religioso”, y no sé cuantas formas más de “experimentar” a Dios. Hace un tiempo me dijo una persona “yo asisto a tal congregación porque allá sí se siente el poder de Dios”.

...Pero el amor a Dios no es un sentimiento, no es una experiencia, y tampoco se define en tus propias palabras o las mías. El amor a Dios es definido por Dios mismo:


“Si me amáis, guardad mis mandamientos.” Juan 14:15


Es el deleite en la Palabra del Señor y la obediencia sumisa a ella. Es una actitud humilde ante Dios junto con la inseparable disposición para seguirle en el sinuoso camino de la cruz. No es lo que sentiste durante la predicación, no es el entusiasmo que tenías al decir “amén”. Es la sumisión total a su autoridad, y el gozo que proviene de ello. Es el conocimiento profundo del Dios de las Escrituras y las ganas de estar siempre a su lado, sea en la sombra, sea en la luz.

Muchos cristianos hablan de amar a Dios pero no odian al pecado, hablan bien del Señor pero se expresan mal y tratan sin misericordia a otros (aunque sean otros cristianos), adulan al Altísimo pero guardan rencor por lo que les hicieron (o dejaron de hacer) otros.

No tengo tiempo para seguir escribiendo (es por eso que casi nunca escribo) pero ¿Por qué no reflexionas seriamente?

¿Amas a Dios?_

lunes, 2 de febrero de 2009

Jesús todavía llama

¿Por qué a veces el cristiano no escucha a Jesús que está a la puerta?

El cristiano no ve siempre a Jesús afuera de su casa esperando ser invitado a entrar, y es que entre tantas cosas que hacer y en qué pensar, que apenas le queda tiempo para escuchar que llaman a la puerta.

Pero si supiera cuánto pierde al no voltear al Redentor, si se diera cuenta que la vida solo es vida si se vive en armonía con él. Si tan solo probara de las delicias de su cena, de sus manjares celestiales, de su amor desinteresado, puro, alucinante.

Entonces, solo entonces perdería interés por el mundo y por sí mismo. Y ahí, en el encuentro con el deslumbrante Jesús apreciaría el incalculable valor de tan precioso Dios… y volvería a él.


Una, y otra, y otra vez… porque Jesús lo es todo. Y lo sería todo para él.

 

No llegaste hasta este blog para leer lo que yo tenga que decir. Llegaste aquí porque por la misericordia de Dios tienes una oportunidad de tener un nuevo encuentro real y personal con Jesús. No son mis palabras, son las suyas:


"He aquí,  yo estoy a la puerta y llamo;  si alguno oye mi voz 

    y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él,  y él conmigo." 

Apocalipsis 3:20

miércoles, 14 de enero de 2009

Al Cristo resucitado

No me mueve, mi Dios, para quererte

el cielo que me tienes prometido,

ni me mueve el infierno tan temido

para dejar por eso de ofenderte.


Tú me mueves, Señor, muéveme el verte

clavado en una cruz y escarnecido,

muéveme ver tu cuerpo tan herido,

muévenme tus afrentas y tu muerte.


Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,

que aunque no hubiera cielo, yo te amara,

y aunque no hubiera infierno, te temiera.


No me tienes que dar porque te quiera,

pues aunque lo que espero no esperara,

lo mismo que te quiero te quisiera.

- Anónimo.

sábado, 3 de enero de 2009

Lo cotidiano

Es quizás la antipatía del cristiano la que hace que se pierda el fuego que una vez parecía encender un bosque entero, el fuego que avivaba todo su ser. Su primer amor.
Y se perdió una vez en el camino porque el cristiano no supo atesoralo, porque pensó que realmente no valía la pena conservarlo. Pero despues de días, meses, quizás años de malgastar su vida, el verdadero hijo de Dios anhela incesantemente estar cerca de Jesús.
Porque no encuentra otro lugar en donde pueda estar en calma, saciado, limpio de su pecado.

"Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él..." Colosenses 2:10,11

Si tú estás lejos de casa... ¿Por qué no invitas a Jesús a venir a ordenar las cosas? El Señor te espera con su cotidiana y dulce disposición a perdonarte, y recibirte, y regresarte de nuevo al lugar al cual realmente pertences.